Juan Amarú Rodríguez

Esta evocadora imagen captura una cascada oculta en el Páramo de Chingaza, un ecosistema único de alta montaña ubicado en la Cordillera Oriental colombiana. La fotografía transmite la atmósfera mística y primigenia que caracteriza a este santuario natural, considerado uno de los principales proveedores de agua para la capital del país. La cascada se desliza elegantemente entre paredes rocosas completamente tapizadas de musgos, helechos y vegetación endémica del páramo. La luz natural se filtra tímidamente desde arriba, creando un efecto de claroscuro que parece iluminar selectivamente el agua mientras mantiene el entorno en una penumbra verdosa. Esta iluminación natural acentúa la sensación de estar ante un lugar sagrado, un templo natural alejado de la intervención humana. Alrededor de la caída de agua, las rocas cubiertas de musgo y los helechos crean un escenario que parece sacado de un tiempo primordial. La humedad constante del páramo permite esta exuberancia vegetal, formando un microecosistema dentro del propio páramo. Este tipo de ambientes en Chingaza son fundamentales para el ciclo hídrico de la región, actuando como esponjas naturales que retienen y filtran el agua que eventualmente abastecerá a millones de personas, revelando la importancia crítica de la conservación de estos frágiles ecosistemas andinos.